Viene y se va, se va y viene, no tiene horarios, rutinas, restricciones. Un día apareció frente a mi con ánimo presente y me dijo "soy Morgana", y nunca más se fue.
A veces creo que es fruto de una mala noche, de un mal sueño, una completa alucinación, otras que es mi super yo, mi reflejo en el espejo, mi karma... es todo un dolor de cabeza hablar con ella, una respuesta de su parte trae dos preguntas más, y así nunca se acaba.
Hoy la arrinconé dispuesta a tener todas las respuestas, aguantó unos minutos, luego, se desvaneció.
Así de cuando en cuando manipula mis manos y empieza a escribir aquí, y por si fuera poco le gusta usar seudónimo, no le basta con vivir con su halo de misterio, le suma aun más con su sobrenombre.
Como le encanta que la llamen Pandora.
Ella no tiene profesión conocida, sé que le gusta leer, pues en su bolso nunca vi que faltase un libro, pinta bonitas acuarelas, escribe poesía, le encanta cantar... su estado de ánimo se divide en: cantar o no cantar, va con un vestido negro corto, en días de frío se pone un abrigo guinda y bufanda color café, su cabello es tan misterioso como ella, nunca le dice no a un café, ah ¡cómo le gusta comer almendras!.
Hoy estaba de buen humor, cantaba, tarareaba en francés... la escuché bien antes de que se desvaneciera.


